sábado, 5 de mayo de 2012

Gel: Cuatro a la mañana y cuatro a la tarde



por Alejandra Erbiti

Av. Cabildo, sábado de ofertas de fin temporada. Loquero absoluto. Camino detrás de una mujer y su hija. Pesco una conversación que me interesa. Aquí va:

(Madre le dice a una nena de entre 9 o 10 años)
—¡No! ¡Basta! ¡Cuántas veces te vas a poner!
—¡Dale ma’! ¡Una más! —insiste la nena.
—Ya te pusiste un montón.
—¡La última! ¡La última! ¡En serio! —promete la nena.
—¿Qué te dijo el doctor?
—¡Dale!
—¿Cuántas veces te lavaste las manos hoy?
—¿Hoy? —piensa la nena—. Hoy... ¡Cuatro! La madre la mira. Ellas y yo estamos esperando que corte el semáforo. La nena piensa un poco más y confiesa:
—Cuatro a la mañana y cuatro a la tarde.
—¡Sí! —suspira la madre— ¿y cuántas veces me pediste el gel?
La nena se sonríe como quien ha sido descubierto en su debilidad. La madre saca de la cartera uno de esos frasquitos con alcohol en gel, cuyos envases sé que dicen: “Sanitizante para manos sin enjuague. Antibacterial”.
—¡Yo te pongo! —dice la madre y le coloca una pizca del producto en la mano a la nena.
—¡Es poco!
—Basta por hoy. ¿Te querés enfermar? ¿Querés que perder la piel otra vez?
La madre guarda el sanitizantes en la cartera. La nena se frota las manos y tiene una expresión de resignación (esperaba un poco más).

Una mísera reflexión: ¿Los sanitizantes pueden enfermar a una niña de entre 9 y 10 años? Esta nena sufre, claramente, una obsesión compulsiva por tener las manos limpias. ¿Limpias de qué?
Quizás, la profusión de avisos publicitarios la convencieron acerca de que si no se lava bien las manos, con un producto antibacterial, puede enfermar.
¡Oh, paradoja de la vida cotidiana! ¡La nena está enferma de higiene y ya perdió la piel de sus manos una vez!
¿La volverá a perder? ¿Logrará su madre controlar el exceso de lavado de manos y aplicación de gel sanitizante?


(Nota del Editor a las madres: Para que su niña aproveche apropiadamente el gel, copie en su pen drive la imagen de abajo y vaya a una buena casa de copiados para que se lo impriman en tamaño arfiche. Luego pegue el afiche en una pared de la habitación de su niña.) 


1 comentario:

  1. Ante una conducta infantil de esta especie lo primerísimo que los padres y familiares tienen obligación de indagar es si no existe maltrato sexual.
    Esta lacra -que atraviesa todas las clases sociales, todos los lugares del planeta, y que se esconde en el hecho de que son personas del entorno de las víctimas quienes lo hacen- es mucho más frecuente de lo que nos atrevemos a pensar.
    conviene no descartarlo nunca como hipótesis a investigar con mucha seriedad y serenidad.

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