martes, 30 de octubre de 2012

Día de los Muertos


Elena Bossi
Jujuy

Mesa de Almitas, en Jujuy: los difuntos vienen de noche, bajan por la escalerita de pan, y se
comen el olorcito de losalimentos. Al día siguiente, amigos y vecinos (vivos) pasan por la
casa y son convidados a comer de la mesa. Pero antes, como corresponde, se le da de comer
a Pachamamama.
La mayoría de ustedes sabe que en Jujuy, el dos de noviembre, el día de los muertos es muy importante. Poco interesa que el almanaque señale ese día en rojo o que se decrete o no el feriado, es probable que la gente no vaya a trabajar porque sus muertos los esperan. Es una sola vez al año y no está bien no cumplir con ellos. Ni el gobierno, ni el patrón pueden interferir con este compromiso íntimo y profundo que involucra a todas las clases sociales, a todas las razas, a todas las edades.
 
La gente exorciza a la muerte de muchas maneras a través del mundo: desde los antiguos celtas, cuya fiesta de muertos, -adoptada y comercializada por los norteamericanos-, nos sigue resultando ajena como dice Eddie; hasta los festejos mexicanos están mucho más emparentados con los nuestros. 

 
En México, el día de muertos, los vivos deben dar la bienvenida a las almas con ofrendas florales, comidas, velas e incienso, calaveras de dulce y de papel.

 
En mi provincia ocurre algo parecido la noche del 1º de noviembre. En las casas se ha organizado una mesa con panes a modo de ofrenda: son panes que tienen la forma de aquellas cosas que los muertos queridos amaban en vida, también se han preparado las comidas y bebidas preferidas. Se deja la mesa puesta y todos se van a dormir para que las almas vengan y puedan sentirse a sus anchas, comer y beber a gusto sin que nadie las espante –si los muertos asustan a los vivos, al parecer esto vale también al contrario-. 

 
Al día siguiente, el dos de noviembre, continúan los festejos en el cementerio.

 
Aunque vivo en el campo, en un lugar muy tranquilo, ese día tengo la casa rodeada de autos, la gente viene al cementerio vecino desde la mañana con comidas y bebidas: compartirán este almuerzo con sus seres queridos, esos que ya no están. Pondrán molinetes y flores de papel de colores en las tumbas y van a tener una especie de picnic. En la puerta del cementerio se amontonan los vendedores ambulantes: pochoclo, hilos de azúcar rosada, manzanas acarameladas, golosinas, helados, muñecas, bollos. En la ciudad la fiesta es un poco más seria y contenida, pero en otros lugares de la Quebrada, se canta y se baila también. Ese día los muertos tienen permiso hasta medianoche.

 
Las familias se acomodan alrededor de las tumbas, se sientan en el pasto o en sus sillitas, abren las gaseosas, los paquetes de papas fritas, conversan, acomodan las flores, embellecen el pequeño perímetro de tierra, van y vienen con baldes de agua.

 
En Santiago del Estero llevan velas al cementerio por la noche y encienden luces en todas las tumbas. Debe de ser un espectáculo conmovedor.

 
Es una pena, en un día así, no ser creyente. Sería un gran alivio pensar que tus seres queridos están en alguna parte y todavía pueden verte o escucharte y disfrutar de algo, aunque sea un poco. Me encantaría bailar con mi papá.

viernes, 19 de octubre de 2012

La pena de muerte, un sacrificio humano gestionado por la burocracia estatal en el templo de la opinión pública.


En el Día Mundial Contra la Pena de Muerte, algunas reflexiones sobre el Estado que mata

Eddie Abramovich

1. Las obsesiones privadas y las cuestiones públicas

Alguna de las veces en que me formularan, en medio de un debate sobre la pena de muerte, "qué haría usted si mataran a un hijo suyo...", recordé un escrito de Umberto Eco, Diálogo sobre la pena capital, de 1975, incluido en "La Estrategia de la Ilusión", y le respondí al provocador:

"Si mataran a alguien de mi familia probablemente sometería al perpetrador a toda suerte de tormentos, incluyendo torturar y matar a sus propios hijos ante su vista, antes de mutilarlo hasta que muera sumido en el dolor más horroroso: Luego me entregaría para que me juzguen, o quizás me suicidaría

"Lo que NO cometería sería la cobardía ni la miserabilidad de pedirle al ESTADO que mate por mí, que transforme mi odio en un homicidio planificado, premeditado y burocrático"

De eso se trata.

Jamás le pediría a todos los ciudadanos de mi país que se conviertan en verdugos colectivos por mi furia, o en vicarios de mi dolor. Porque los estados y las sociedades que los construyen no están para convertir las pasiones personales y las obsesiones privadas en políticas públicas, sino justo al revés, para producir el bien común y, mediante la expropiación de la violencia privada, restringir y regular la violencia pública solamente para el ejercicio de la legítima defensa. Como está claro que un reo juzgado, condenado y detenido no constituye una amenaza inminente, matarlo no es más que un ejercicio propagandístico de venganza.

Los Estados Unidos son un claro paradigma del fracaso disuasivo de la pena de muerte, porque su régimen federal permite a cada estado contar con un sistema penal diferente. Así, el mismo delito que es penado con prisión en un estado y con muerte en el estado vecino, tiene entre un 30 y un 50 por ciento más de ocurrencia en este último que en el que ha abolido la pena capital.

Si la pena muerte sirviera para algo más que para rendirle un sacrificio humano a la diosa Opinión Pública, si efectivamente tuviera función prevencional, en el estado de Texas ya no se cometerían delitos pasibles de esa pena. Sin embargo, la tasa no baja.

Luego, la discusión correcta es sobre política criminal y derechos humanos, no sobre subjetividad y dolores o rencores privados. Justamente, los partidarios de la pena de muerte - que lo hacen por propaganda, no porque confíen en su poder preventivo - siempre interpelan a su público del mismo modo, en todo el mundo "¿Qué haría usted si mataran o violaran a su hija?" Es una pregunta estúpida e innecesaria. Ningún estado le pregunta a sus ciudadanos, a la hora de resolver su deuda externa "¿Qué haría usted si le debiera a un banco más que su patrimonio?" Las respuestas llenarían de miedo a más de un político.


2. La doctrina del "error judicial", un argumento válido pero limitado

El argumento del error judicial lo utilzamos los abolicionistas de la pena de muerte como una parte de la campaña, pero desde el horizonte teleológico de la abolición. Es decir, el error judicial de matar a un inocente, condenado por una responsabilidad penal que no tiene, simplemente desaparecería si no existiera pena capital, que genera un error irreparable.

Pero además, los abolicionistas de la pena de muerte no solamente esgrimimos argumentos morales sino también jurídicos y criminológicos. El aspecto MÁS inmoral de la pena de muerte es su absoluta y demostrada inutilidad prevencional. Entonces se reduce a venganza, a sacrificio ritual laico, a expiación del odio colectivo a través de un emisario elegido para pagar nuestro dolor con el suyo. Justamente por eso es tan importante la proliferación de grupos contra la pena de muerte formados por familiares de las víctimas de delitos cometidos por los condenados. Experiencias como las de la Comunidad de San Egidio son valiosísimas.

Volvamos sobre el tema del error judicial. En las sociedades donde la pena de muerte o la administración de justicia en general es manejada por grupos religiosos integristas esta consideración no cabe, porque caben otras. Pero en las democracias, donde la pena capital surge de una ley aprobada por la mayoría de los representantes del pueblo, esto matriza una cultura de la peligrosidad y de la "eliminación" que precondiciona a jueces y jurados.

Por eso, la simple existencia de la muerte como pena en el código predispone a aplicarla con sesgos discriminatorios a pobres, negros, migrantes, la población que hoy llena los "death rows" en Texas, Florida,Alabama y, en menor medida, en el resto de los 34 que conservan esta herramienta legal en los EEUU. Dicho de otro modo, la pena de muerte es, en esos lugares, no solamente un recurso extremo, sino también una preferencia.

En cuanto los casos de mal absoluto, como el del noruego Breivik, no voy a insistir con el argumento moral - los derechos humanos son para todos los humanos, aún los peores - sino con el criminológico y político: Matar a Breivik sería darle la razón a su elitismo asesino, convertirlo en un mártir de la causa que intenta expresar. A menos que haya leído mal todos los libros, Breivik no le teme a la muerte, la desea. En cambio, a la ignominia de la cárcel y el aislamiento le debe temer, y mucho. Porque la muerte de él no mata a su "causa", la fortalece, mientras que el ostracismo del perpetrador la debilita.

La pena de muerte es un acto macabro de propaganda, una atrocidad que comete un grupo de técnicos y burócratas en nombre de todos. De todas las formas en que el estado mata - guerra, represión ilegal o uso de la fuerza letal justificada, negligencia - la pena de muerte es la más atroz, y eso es lo que importa, no la calidad del reo ni la índole del delito.

Si pensamos que el milanés Cesare Bonesana, Marqués de Beccaria, publicó De los delitos y de las penas, piedra basal de la doctrina penal de la modernidad, en 1764, y que su lectura inspiró a Leopoldo de Habsburgo para reformar el Código Penal y abolir la pena de muerte, esta discusión debería ser anacrónica.

Jack Kerouac: Rimbaud


Rimbaud

¡Arthur!
On t'appela pas Jean!
Nacido en 1854 maldiciendo en Charle-
ville, pavimentando así el camino para
el abominable impulso homicida
de Ardennes-
¡Vaya maravilla que dejó tu padre!
Después ingresaste en la escuela a los 8 años
-¡Un pequeño latinista hábil tú!
En octubre de 1869
Rimbaud escribe poesía
en francés griego-
Toma un tren escapando de casa

a París sin billete,
el milagroso guardafrenos mexicano
lo echa del rápido tren,
al Cielo, que
ya no recorre porque
el Cielo está en todas partes—
Sin embargo, intervienen
las viejas mariconas—
Rimbaud asombra a Rimbaud—
trenes en la verde Guardia
Nacional, orgullosa, desfilando
sobre el polvo con sus héroes—
esperando ser sodomizado
soñando con la última Chica.
—as ciudades son bombardeadas cuando
él mira & mira & muerde
sus degenerados labios & mira
con grises ojos la
Cercada Francia—

André Gill era precursor
De André Gide —
Largos paseos leyendo poemas
en los montones de heno de Genet —
El Vidente ha nacido,
El profeta desordenado lanza su
primer manifiesto,
pone colores a las vocales
& a las consonantes inquietante cuidado,
queda bajo la influencia
de las viejas hadas francesas
que le acusan de estreñimiento
de cerebro & diarrea
de la boca —
Verlaine le cita en París
con menos aplomo del que
tuvo para desterrar chicas a
Abisinia —
“¡Merde!”, grita Rimbaud
en los salones de Verlaine —
Cotilleos en París —la mujer de Verlaine
tiene celos de un muchacho
sin asiento para sus calzones
—El amor envía dinero desde Bruselas
—La madre de Rimbaud odia
la inoportunidad de Madame
Verlaine —el degenerado Arthur
se sospecha que es un poeta
ya —
Gritando en el granero
Rimbaud escribe Una temporada en el Infierno,
su madre tiembla —
Verlaine manda dinero & balas
A Rimbaud —
Rimbaud va a la policía
& demuestra su inocencia
semejante a la pálida inocencia
de su divino, femenino, Jesús
—¡Pobre Verlaine! 2 años
en el talego, aunque pudo haber
tenido un cuchillo en el corazón

¡Iluminaciones! ¡Stuttgart!
¡Estudio de idiomas!
A pie Rimbaud camina
& atravesando los Alpes
pasa a Italia, en busca
de tréboles, conejos,
Reinos de los Genios & delante
suyo nada excepto el viejo
Canaleto, muerte del sol
en viejos edificios venecianos
—Rimbaud estudia idiomas
—oye hablar de los Alleghanis,
de Brooklyn, de las últimas
Plagas Americanas —
Su hermana ángel muere —
¡Viena! ¡Mira los pasteles
& cuida viejos perros! ¡Supongo!
El muchacho loco se alista
en el Ejército Holandés
& navega a Java
mandando la flota
a medianoche
en la proa, solo,
nadie oye sus órdenes
pero todo lo mortecino brilla
en el mar – Agosto no es
época para quedarse en Java –
Dirigiéndose a Egipto, está otra vez
colgado en Italia así
que vuelve a casa
al profundo sofá
pero inmediatamente se marcha
de nuevo, a Chipre, para
dirigir una banda de pendencieros
trabajadores —a quién se parece
ahora, este Rimbaud
final? —Polvo de roca
& oscuras espaldas y toses secas,
el sueño surge en la mente
del francés africano —
Los inválidos de los trópicos
siempre son amados —El mar Rojo
en junio, el ruido de cadenas en la costa
de Arabia —Havar,
Havar, el mágico punto
Del comercio —Aden, Aden,
Sur de los beduinos —
Ogaden, Ogaden, nunca
conocido —(Entretanto
Verlaine se sienta en París
Sobre coñacs preguntándose
Qué aspecto tendrá Arthur ahora,
& cuán sombrías estarán
sus cejas puesto que creyeron
en la anterior belleza de las cejas) —
¿Quién se ocupa de eso? ¿Qué clase
de franceses son esos?
¡Rimbaud, golpéame en la
cabeza con esa roca!
Rimbaud el serio compone
elegantes & eruditos artículos
para Sociedades Geográficas
Nacionales, & después de las guerras
devuelve a la chica Harari
(¡Ja! ¡Ja!) a Abisinia,
& ella era joven, tenía ojos
negros, finos labios, cabello
ondulado, & pechos de moreno
pulido con pezones de cobre
& brazaletes & unía
las manos en la espalda
& tenía hombros tan anchos
como los de Arthur, & pequeñas orejas

— Una joven de cierta
casta, en Bronzeville —

Rimbaud también conoce
a polinesias de pequeños huesos
con largos cabellos en desorden
& breves pechos & grandes pies

Finalmente empieza
a comerciar ilegalmente con armas
en Tajura
conduciendo caravanas, loco,
con un cinturón de oro
alrededor de la cintura —
¡Obligado por el Rey Menelek!
¡El Sha de Shoa!
¡Los sonidos de estos nombres
en aquella ruidosa mente
francesa!

El Cairo por el verano,
viento de limones amargos
& besos en el parque polvoriento
donde las chicas sentadas se abrazan
al polvo pensando
en nada —

¡Havar! ¡Havar!
En litera hasta Zeyla
Llevado lamentando su
cumpleaños – el barco
regresa al castillo de yeso
Marsella más triste que
el tiempo, que el sueño,
más triste que el agua
—Carcinoma, Rimbaud
es comido por la enfermedad
final —Le cortan
su hermosa pierna —
Muere en los brazos
de Isabelle
su hermana
& antes de subir al Cielo
manda sus francos
a Djami, Djami
el muchacho Haravi
su criado personal
8 años en el Infierno
africano del francés,
& todo eso sumado a
nada, como

Dostoiewski, Beethoven
O Da Vinci —
Así, los poetas, duran un rato
& se callan:
Nada siempre procede
de nada.

1960
Jack Kerouac
Jean Nicolas Arthur Rimbaud (Charleville, 20 de octubre de 1854 – Marsella, 10 de noviembre de 1891) fue uno de los más grandes poetas franceses

jueves, 11 de octubre de 2012

676 millones de dólares en soldados y armas


La amenaza haitiana


Por Eduardo Galeano

Este artículo está dedicado a Jorge Marchini

Como de costumbre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas repite que mantendrá la ocupación militar de Haití porque debe actuar “en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión”.

¿A quién amenaza Haití? ¿A quién agrede?

¿Por qué Haití sigue siendo un país ocupado? ¿Un país condenado a vigilancia perpetua? ¿Obligado a seguir expiando el pecado de su libertad, que humilló a Napoleón Bonaparte y ofendió a toda Europa?

¿Será por aquello que los esclavistas brasileños llamaban “haitianismo” en el siglo XIX? ¿El peligroso contagio de sus costumbres de dignidad y su vocación de libertad? ¿El primer país que se liberó de la esclavitud en el mundo, el primer país libre, de veras libre, en las Américas, sigue siendo una amenaza?

¿O será porque ésa es la normalidad impuesta por un mundo devoto de la religión de las armas, que destina la mitad de sus recursos al exterminio del prójimo, llamando gastos militares a los gastos criminales?

Las Naciones Unidas gastan 676 millones de dólares en la ocupación militar de Haití. Una millonada para sostener a diez mil soldados, que no tienen más mérito que haber infectado al país con el cólera que mató a miles de haitianos y seguir practicando impunemente violaciones y maltratos a mujeres y niños.

¿No sería mejor destinar ese dineral a la educación? Más de la mitad de los niños haitianos no va a la escuela. ¿Por qué? Porque no pueden pagarla. Casi toda la educación primaria es privada y el Banco Mundial veta los subsidios a la educación pública y gratuita.

¿O no se podría destinar esa fortuna a casas habitables para las más de trescientas mil víctimas del terremoto, que siguen viviendo en carpas provisorias? ¿Provisorias por siempre jamás?

¿O consagrar esos fondos multinacionales a mejorar la salud pública, que todavía depende de la milagrosa solidaridad entre los vecinos de cada barrio y cada pueblo? Afortunadamente, esas tradiciones comunitarias de ayuda mutua siguen generando la misma energía creadora que ilumina las prodigiosas esculturas y pinturas de los artistas haitianos, capaces de convertir la basura en hermosura, pero mucho podrían mejorar si se destinaran a fines civiles los derroches militares.

En Página 12 

jueves, 4 de octubre de 2012

Las diez estrategias de la manipulación mediática

  

Por  Noam Chomsky

 

1- LA ESTRATEGIA DE LA DISTRACCIÓN.

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

 

2- CREAR PROBLEMAS, Y DESPUÉS OFRECER SOLUCIONES.

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

 

3- LA ESTRATEGIA DE LA GRADUALIDAD.

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

 

4- LA ESTRATEGIA DE DIFERIR.

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como“dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

 

5- DIRIGIRSE Al PÚBLICO COMO CRIATURAS DE POCA EDAD.

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

 

6- UTILIZAR EL ASPECTO EMOCIONAL MUCHO MÁS QUE LA REFLEXIÓN.

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

 

7- MANTENER AL PÚBLICO EN LA IGNORANCIA Y LA MEDIOCRIDAD.

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la mas pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

 

8- ESTIMULAR AL PÚBLICO A SER COMPLACIENTE CON LA MEDIOCRIDAD.

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

 

9- REFORZAR LA AUTOCULPABILIDAD.

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!


10- CONOCER A LOS INDIVIDUOS MEJOR DE LO QUE ELLOS MISMOS SE CONOCEN.

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimentos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.


Publicado en ATTAC Madrid, España

martes, 2 de octubre de 2012

Cuando enterramos la década del '60


Viet-Rock

por Jorge Schussheim 

Era en el Payró. Era que Jaime Kogan tenía el texto pero no la música de una ópera rock de una tal Megan Terry y quería montarla en su teatro. Era que llamó a Lia para la puesta y la coreografía y a mí para componer una nueva música.

Y eran Beatriz Matar, Luisina Brando, Felisa Dzeny, Bertita Goldemberg, Aída Laib y una actriz petisita de la que no recuerdo su nombre, las madres, las novias y las putas de Saigón, y eran Víctor Laplace, Rudi Chernicoff, Luis Gutman, Felipe Barnes y Aldo Marinelli los soldaditos norteamericanos los que saltaban en paracaídas sobre la jungla del Vietnam, adonde combatían, extrañaban a sus hogares y morían.

A inicios de junio comenzamos los ensayos.

Jaime me presentó a tres mocosos roqueros llamados Claudio, el guitarrista, Alejandro, el bajista y Javier, el baterista.

Con mi formación musical académica, me desanimé inmediatamente al ver a esos tres adolescentes zaparrastrosos, pero al escucharlos me dí cuenta de que poseían mucha musicalidad.

Después de Viet Rock siguieron actuando juntos, pero ya bajo el curioso nombre de Manal.

Comencé a escribir la obertura y canción trás canción que me brotaron con la libertad que todos teníamos en esa década mágica.

En la reunión previa de todo el elenco, Lia, formada en la danza moderna con Dore Hoyer y una alumna de Martha Graham, les pidió a los actores que vinieran a los ensayos en mallas, ya que iban a tener que hacer un duro trabajo físico. Al día siguiente, todos estaban formados en el escenario enfundados hasta los tobillos en sus mallas negras, menos la deliciosa y jovencísima Luisina, que, como venía de trabajar en el circo con Pepe Biondi y carecía de toda experiencia teatral, entendió literalmente y se apareció con una malla de baño de colores toda fruncidita que hacía realtar su prominente y hermoso culo. Pero era una enorme actriz y una cantante deliciosa.

Como se suponía que los actores representaban a infantes de marina de los EEUU, Lia le pidió a Héctor “Cacho” Bidonde, que había hecho la colimba creo que en la escuela de suboficiales, que los entrenara militarmente.

Todos buenos compañeros, cuando Bidonde les dió la orden de “cuerpo a tierra”, lo cargaron y se le rieron en la cara. Pero Cacho, con la cara de orto y la voz de trueno de un verdadero sargento de los Marines, los reventó a órdenes gritadas con todas sus fuerzas a dos centímetros de la cara de los muchachos, que se asustaron tanto que empezaron a hacer todo lo que este les ordenaba.

Mientras Lía marcaba los movimientos y yo iba cantando las canciones y las arias con los chicos de Manal, Jaime, sentado en la platea con su eterno vaso de Old Smuggler, les gritaba “gelajados! gelajados!” olvidándose que Bidonde los tenía tensos como cuerdas de violines, pero Kogan seguía en sus trece stanislavsianos entremezclados con comentarios lascivos sobre las tetas de Ann Margret, que el pronunciaba “Magggggret” y que nadie entendía a que venían pero el under tiene sus reglas que deben ser seguidas por más incomprensibles que parezcan.

Diez días antes de estrenar, el 20 de agosto ya casi de noche, alguien llegó al Payró con la noticia de que la Primavera de Praga, aquella con la cual nos ilusionamos todos los idealistas, había conluído con la invasión de Checoeslovakia por parte de la URSS con 2300 tanques y 250.000 soldados del Pacto de Varsovia.

En el bar de la esquina de San Martín y Cordoba, todos, quién más quién menos militante del PC o aunque más no fuera simpatizante de la izquierda, lloramos sin llorar y enterramos la década del 60 en silencio.